Un estudio recientemente llevado a cabo con 104 adultos mayores demostró que las dietas ricas en vitaminas B, C, D y E y ácidos grasos omega-3 se asocia con una mejor función cognitiva y un mayor volumen cerebral, esto significa un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Por el contrario, una dieta rica en grasas trans se asocia con una peor función cognitiva y menos volumen cerebral total.
¿Por qué esperar hasta hacernos mayores para empezar a comer sano?
Mejor, empieza a prevenir hoy mismo.
Recuérda... ¡Come Sano y Se Feliz!
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